martes, 2 de junio de 2020

Lengua 6° TM



¡Hola chicos! ¿Cómo están? En estas dos semanas vamos a trabajar en el área de Lengua.
Solo deben copiar en la carpeta las actividades, no es necesario copiar ni imprimir todo. 

En muchos cuentos, los personajes viven aventuras que no pueden suceder en la vida real. Por ejemplo, los animales son capaces de hablar y comportarse de modo similar a las personas, como en las fábulas.
Antes de leer observen la imagen y comenten: ¿Por qué creen que en el título del cuento solo se nombrará a la tortuga? ¿Quién será el otro personaje? ¿Dónde sucederá la historia?

LA TORTUGA GIGANTE
(1° parte)
         Había una vez un hombre que vivía en Buenos Aires, y estaba muy contento porque era un hombre sano y trabajador. Pero un día se enfermó, y los médicos le dijeron que solamente yéndose al campo podría curarse. Él no quería ir, porque tenía hermanos chicos a quienes daba de comer; y se enfermaba cada día más. Hasta que un amigo suyo, que era director del Zoológico, le dijo un día:
         —Usted es amigo mío, y es un hombre bueno y trabajador. Por eso quiero que se vaya a vivir al monte, a hace mucho ejercicio al aire libre para curarse. Y como usted tiene mucha puntería con la escopeta, cace bichos del monte para traerme los cueros, y yo le daré plata adelantada para que sus hermanitos puedan comer bien.
         El hombre enfermo aceptó, y se fue a vivir al monte, lejos, más lejos que Misiones todavía. Hacía allá mucho calor, y eso le hacía bien.
         Vivía solo en el bosque, y él mismo se cocinaba. Comía pájaros y bichos del monte, que cazaba con la escopeta, y después comía frutos. Dormía bajo los árboles, y cuando hacía mal tiempo construía en cinco minutos una ramada con hojas de palmera, y allí pasaba sentado y fumando, muy contento en medio del bosque que bramaba con el viento y la lluvia.
         Había hecho un atado con los cueros de los animales, y lo llevaba al hombro. Había también agarrado vivas muchas víboras venenosas, y las llevaba dentro de un gran mate, porque allá hay mates tan grandes como una lata de querosene.
         El hombre tenía otra vez buen color, estaba fuerte y tenía apetito. Precisamente un día que tenía mucha hambre, porque hacía dos días que no cazaba nada, vio a la orilla de una gran laguna un tigre enorme que quería comer una tortuga, y la ponía parada de canto para meter dentro una pata y sacar la carne con las uñas. Al ver al hombre, el tigre lanzó un rugido espantoso y se lanzó de un salto sobre él. Pero el cazador, que tenía una gran puntería, le apuntó entre los dos ojos, y le rompió la cabeza. Después le sacó el cuero, tan grande que él solo podría servir de alfombra para un cuarto.
         —Ahora —se dijo el hombre—, voy a comer tortuga, que es una carne muy rica.
         Pero cuando se acercó a la tortuga, vio que estaba ya herida, y tenía la cabeza casi separada del cuello, y la cabeza colgaba casi de dos o tres hilos de carne.
         A pesar del hambre que sentía, el hombre tuvo lástima de la pobre tortuga, y la llevó arrastrando con una soga hasta su ramada y le vendó la cabeza con tiras de género que sacó de su camisa, porque no tenía más que una sola camisa, y no tenía trapos. La había llevado arrastrando porque la tortuga era inmensa, tan alta como una silla, y pesaba como un hombre.
         La tortuga quedó arrimada a un rincón, y allí pasó días y días sin moverse.



            El hombre la curaba todos los días, y después le daba golpecitos con la mano sobre el lomo.

La tortuga sanó por fin. Pero entonces fue el hombre quien se enfermó. Tuvo fiebre, y le dolía todo el cuerpo.
       
            Después no pudo levantarse más. La fiebre aumentaba siempre, y la garganta le quemaba de tanta sed. El hombre comprendió entonces que estaba gravemente enfermo, y habló en voz alta, aunque estaba solo, porque tenía mucha fiebre.
         —Voy a morir —dijo el hombre—. Estoy solo, ya no puedo levantarme más, y no tengo quien me dé agua, siquiera. Voy a morir aquí de hambre y de sed.
         Y al poco rato la fiebre subió más aún, y perdió el conocimiento.
         Pero la tortuga lo había oído, y entendió lo que el cazador decía. Y ella pensó entonces:
         —El hombre no me comió la otra vez, aunque tenía mucha hambre, y me curó. Yo le voy a curar a él ahora.
         Fue entonces a la laguna, buscó una cáscara de tortuga chiquita, y después de limpiarla bien con arena y ceniza la llenó de agua y le dio de beber al hombre, que estaba tendido sobre su manta y se moría de sed. Se puso a buscar enseguida raíces ricas y yuyitos tiernos, que le llevó al hombre para que comiera. El hombre comía sin darse cuenta de quién le daba la comida, porque tenía delirio con la fiebre y no conocía a nadie.



         Todas las mañanas, la tortuga recorría el monte buscando raíces cada vez más ricas para darle al hombre, y sentía no poder subirse a los árboles para llevarle frutas.

         El cazador comió así días y días sin saber quién le daba la comida, y un día recobró el conocimiento. Miró a todos lados, y vio que estaba solo, pues allí no había más que él y la tortuga, que era un animal. Y dijo otra vez en voz alta:
         —Estoy solo en el bosque, la fiebre va a volver de nuevo, y voy a morir aquí, porque solamente en Buenos Aires hay remedios para curarme. Pero nunca podré ir, y voy a morir aquí.
          Y como él lo había dicho, la fiebre volvió esa tarde, más fuerte que antes, y perdió de nuevo el conocimiento.
         Pero también esta vez la tortuga lo había oído, y se dijo:
         —Si queda aquí en el monte se va a morir, porque no hay remedios, y tengo que llevarlo a Buenos Aires.
                                                                                                                                                            (continua)    
                                                                            Horacio Quiroga, de Cuentos de la selva (1918).

A) Después de leer respondan en sus carpetas:
1- ¿Por qué motivos el protagonista caza animales?
2- ¿Qué hace el protagonista para salvar a la tortuga? ¿Por qué la salva?
3-¿Qué le sucede al hombre después? ¿Qué hace la tortuga?
4-¿Cómo imaginan que continua la historia?

B) Ubiquen en el cuento las siguientes expresiones y explíquenlas con sus palabras:
“plata adelantada”, “perdió el conocimiento” 

Las acciones principales y las secundarias
Los personajes de una narración realizan acciones. Las acciones principales son las que no se pueden eliminar ni modificar porque la historia cambiaría o no se comprendería. Esas acciones se componen de varias acciones secundarias que, aunque se supriman, la historia se comprende.

C) Descompongan las siguientes acciones principales en dos acciones menos importantes o secundarias, siguiendo el ejemplo.





D)Identifiquen los párrafos de la parte del cuento que leyeron y comenten: ¿todos tienen la misma cantidad de oraciones? ¿algunos son más cortos que otros?

E) Solo localicen  en el texto los párrafos que narran acciones principales

Se escribe así
Sonido suave y fuerte: ga, gue, gui, go, gu; ge, gi

F) Completen las oraciones en sus carpetas con las palabras de la lista.
tortuga- género- guerrero- rugido- laguna- guiso.

El_______________ fue ensordecedor.
Encontró a la __________________ en la orilla de una _______________.
La vendó con _______________ de su camisa para salvarla.
En lugar de hacer ______________ con su carne, la curó.
Peleó como un ______________ contra el tigre.

G) Completen las reglas en sus carpetas.
Los grupos ga, ______, ________, gue y _________ se pronuncian con sonido __________________________. Por ejemplo: _____________________________________

Los grupos ge y _______  se pronuncian con sonido___________________. Por ejemplo: ______________________________________.











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